HONORÉ DE BALZAC

Entregado a una nodriza campesina, en parte según es costumbre de la época, en parte porque su madre ha perdido al primer hijo habiéndole querido amamantar ella lo cual le induce a creer que no puede hacerlo pues entraña riesgo para la salud del niño, Honoré vive los cuatro primeros años de su existencia prácticamente separado de sus padres y en particular alejado de su madre, quien, mientras, tiene una hija, Laure.

Este desgarrón familiar tal vez sea la causa de que posteriormente, experimente gran atracción por una mujer mayor que él, Laura de Berny, denominada por él "La dilecta", el gran amor de su juventud, en quien busca inconscientemente a una madre, ya que la suya nunca le distinguió, precisamente, con su afecto.

A los 8 años Balzac es enviado interno al Colegio de Vendôme, una erudita institución de férrea disciplina que pretende que los niños vean lo menos posible a sus padres, en aras de un mayor aprovechamiento de sus estudios.

Ese mismo año nace Henry, su hermano, e hijo adulterino que al parecer tuvo su madre con un amigo de la familia.

La infancia de Balzac no es feliz, por causa del desapego familiar, (su progenitor se desentiende de problemas y su madre adora a Henry, el hijo del amor), y así la criatura, de colegio en colegio, llega a los 15 años, y, por suerte para él, nombran Director de víveres en París a su padre, a donde se traslada la familia entera.

En 1816 se inscribe en la Facultad de Derecho, siguiendo al mismo tiempo un curso paralelo en la Facultad de Letras.

En 1819, el futuro novelista se licencia en derecho, (posteriormente trabajará como pasante de abogado y de notario), y en agosto del mismo año, se desvincula del clan familiar, el cual por su parte se ha trasladado temporalmente al campo, yéndose a vivir a una buhardilla parisina, que es donde comienza en realidad la carrera literaria del autor en ciernes, al ponerse a escribir una tragedia de cinco actos en verso, Cromwell.

A partir de 1821, Balzac se "asocia" con Auguste Lepoitevin, es decir, entra en el taller de escritores a destajo de éste último, dando comienzo entonces, una época en su vida en la que, bajo seudónimos diversos, empieza a escribir novelas comerciales bastante chapuceras, muy dentro de la línea que marca el taller.

Aunque Balzac viva en París y allí trabaje, nunca ha roto la relación familiar, ya que suele visitarles en su nueva residencia campestre, y fruto de aquellas visitas es su amistad con Mme. de Berny, dama 22 años mayor que él y madre de nueve hijos, de quien se enamora apasionadamente, siendo finalmente correspondido.

Sus amores con Mme. de Berny, cristalizará más tarde en una novela (¿cómo sino tratándose de un novelista?), El lirio del valle.

En octubre de 1882 los padres de Balzac vuelven a París , y es en esta ciudad, al cabo de un mes, cuando Honoré ve publicadas sus novelas El centenario y El vicario de las Ardenas, que firma con el seudónimo de Horace de Saint-Aubin.

De aquí en adelante Balzac ya no deja de escribir constantemente, tanto por el gusto de hacerlo como por dinero, ya que ama el lujo, es generoso, y sus gastos siempre quiebran su economía. De todas maneras, al principio trabajó a destajo explotado miserablemente por unos editores mezquinos y aprovechados, duro rodaje, sin embargo, que Honoré aprovechó de forma admirable, aprendiendo el oficio.

Mme de Berny es su gran amor, de hecho será su amante y mejor amiga durante muchos años pese a las reiteradas infidelidades del escritor con otras mujeres, entre ellas la duquesa de Abrantes y Olympe Pélissier.

En marzo de 1829, sale al mercado la novela que llevará, por vez primera la firma de Balzac, El último chuan. Este mismo año, en el que por cierto fallece su padre (la madre de Balzac, Laure Sallambier les sobrevivió a ambos), Honoré se va a vivir con Mme. de Berny, y en su cómoda vivienda, amorosamente tratado es donde concibe y realiza La paz del hogar.

En todo este tiempo, desde 1825, Balzac ha probado con desigual fortuna convertirse en editor, también se hace impresor, y nada de esto funciona. En 1830 lo encontramos escribiendo para la prensa de la época, relatos y artículos, frecuentando salones literarios y conociendo a personajes del mundo de las letras como George Sand o Mme. Recamier. Honoré de Balzac ya es famoso y lo tiene todo para ser feliz.

Es entonces, concretamente el 28 de febrero de 1832, cuando Balzac recibe la primera misiva de Eveline de la Hanska, que firma "La extranjera", una condesa polaca, casada y madre de familia, aunque en esta ocasión dos años más joven que él.

Los apenas veinte años que le quedan de vida a Balzac, podríamos decir que están divididos al cincuenta por ciento entre la condesa y sus libros; ama y escribe, escribe y ama, y en el ínterin viaja sin tregua ya que la relación con su amada así lo exige.

Mme. de Berny fallece el 27 de junio de 1836, y Balzac siente sinceramente su muerte y la llora, pero aquella historia ya había concluido hace tiempo, y ahora es Mme. de la Hanska la señora de sus pensamientos.

En octubre de 1841, el conjunto de su obra, conocido bajo el título de La comedia humana, es motivo de firma de contrato con un grupo de editores, para su publicación.

Le faltan cinco años para dejar este mundo y su actividad febril no decae ni un momento, tanto, que la salud empieza a resentirse y gravemente, pero él no lo considera así y se descuida. Fuera de la literatura, su gran obsesión es Eveline, con quien finalmente contrae matrimonio, el 14 de marzo de 1850, al haber enviudado ella de su marido.

Pero el tiempo se acaba y el 18 de agosto del mismo año, Honoré de Balzac fallece después de una larga agonía.

Balzac fue enterrado con todos los honores en el cementerio del Pére Lachaise siendo su ilustre colega Victor Hugo quien pronuncia el discurso fúnebre, en cuanto a la viuda buscó pronto consuelo en jóvenes amantes, Champfleury el primero, en cuya relación mezclaba sabiamente sensualidad e interés (era una mujer codiciosa), ya que pretendió que éste finalizará la obra inacabada de Balzac, juego al que él no se prestó por respeto hacia el desaparecido. En cambio un escritor mediocre llamado Charles Rabou, si que se avino a ello y el resultado se traduce en que en La comedia humana, sólo la primera parte es obra de Honoré de Balzac y el resto "arreglos" de Charles Rabou siguiendo las indicaciones de la viuda del novelista (Eveline afirmaba que su marido le había detallado cumplidamente los pormenores de la obra, hasta el punto que ella podía asesorarla a la perfección), mientras que Los pequeños burgueses, fueron concluidos por Rabou, 6 capítulos de la primera parte y completo el resto de la segunda, perteneciendo únicamente la autoría de los 22 iniciales a Honoré.

Es una pena y una vergüenza, que por afán de lucro, se terminen obras de imaginación, cuya idea y posterior desarrollo, corresponden por derecho a quienes las crearon.

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